La nueva etapa que iniciaremos en breve comporta novedades para la organización como el cambio de nombre y la consecuente renovación de la imagen corporativa.
El cambio de ubicación vendrá acompañado de la transición de nuestro nombre, despidiéndonos del «Nou hospital evangèlic» para pasar a llamarnos «Hospital Evangèlic de Barcelona». Ha sido una decisión estudiada y con una reflexión profunda de nuestra identidad y características diferenciadoras de nuestro ADN.
El nuevo nombre busca resaltar el cambio de etapa que supone el nuevo edificio, nuestro valioso legado y la contribución a la salud y al bienestar de los barceloneses a lo largo del tiempo. La nueva denominación explicita la firme vinculación del hospital con el tejido sociosanitario de la ciudad y las personas que la habitan.
En un mundo cambiante y en una sociedad que tendrá que afrontar las consecuencias del envejecimiento de la población, el nuevo nombre pone de manifiesto el compromiso y vocación de servicio del hospital hacia la Ciudad Condal.
De esta manera, el nuevo nombre no solo busca honrar el pasado del hospital, sino que también reconoce nuestro presente y futuro, enfocándonos en la transformación actual, nuestro sólido compromiso con las vecinas y vecinos y nuestro propósito: promover el bienestar con una perspectiva integral y humanizada en la ciudad de Barcelona.