Al mismo tiempo, finalizan las obras del nuevo edificio del hospital en el barrio de Poblenou.
Històries amb Segell (“Historias con sello”) es el nombre del programa que, desde hace unos meses, lleva a cabo el Nou hospital evangèlic, dentro de su estrategia de cultura corporativa y comunicación interna. Su finalidad es cohesionar el personal, hacer la transición al nuevo edificio de la manera más fluida posible y construir un equipo eficaz de afrontar los retos de esta nueva etapa. Los protagonistas del programa, diseñado para fomentar el liderazgo individual y hacer crecer la cultura de las buenas historias, son íntegramente los empleados.
En un hospital pasan muchas historias. Es una entidad viva por sí misma, donde las personas se debaten entre la salud y la enfermedad, el estrés y la gestión emocional de momentos complicados. Es lugar de encuentro donde confluyen distintos tipos de personas, de diferentes procedencias, creencias y culturas. El personal del hospital forma parte de este escenario vivo y está activamente implicado en muchas de estas historias. Desgraciadamente, el habitual ritmo acelerado a menudo relega estas historias a un segundo plano.
Conscientes de la implicación de las personas que trabajan en el Nhe, con la intención de fomentar la cohesión de equipo y poner en valor la importancia del trabajo que se realiza, la dirección decidió poner en marcha a principios de este año un programa centrado en los valores corporativos llamado Historias con Sello. Responder a la pregunta de cómo cristalizar los valores en un día a día, tan trepidante como el de un hospital, radica en la creación de este programa innovador en el sector.
Apostando por la cultura corporativa del hospital
El programa Historias con Sello implica a todas las personas que trabajan en el Grup assistencial evangèlic de forma muy transversal y heterogénea, incluyendo todos los departamentos. Los empleados trabajan en pequeños grupos donde se les explica los valores de la entidad, se ponen ejemplos concretos de la aplicación de estos valores y se dan nociones básicas a la hora de contar historias. Con todos estos ingredientes, cada uno de los empleados tiene dos semanas para recoger historias, y después exponerlas en una sesión grupal.
Con el programa Historias con Sello, los trabajadores adquieren nuevas habilidades comunicativas, sienten el reconocimiento de su labor, se sienten parte del equipo, a la vez que se crea una cultura de las buenas historias.
Una de las curiosidades es que, dada la gran rotación de turnos que hay en el hospital, algunas historias se van confeccionando entre todos, ya que una parte del equipo ha estado con un paciente, por ejemplo, en un momento concreto, y otra parte del equipo en otro. Así, entre todos, tienen la historia completa y se sienten orgullosos de haber sido partícipes y compartirla.
Según Reyes Gualda, Directora general del Grup assistencial evangèlic, «es muy gratificante ser conocedores de las historias que pasan en nuestro hospital y conscientes de la humanidad, compasión y capacidad de conexión de nuestros profesionales con los pacientes».
Marc Fuentes, impulsor de esta iniciativa y cofundador de la consultora Fully Human, asegura que “durante las sesiones, vemos un cambio en la mentalidad, como los comentarios centrados en la queja o la frustración van dando lugar a formas de pensar motivadoras, cohesionadoras, en pro del bien común”.
Un hospital centrado en valores
Durante 2021 y 2022 el Nou hospital evangèlic vivió una profunda revisión de sus valores. En la nueva definición, en la que estuvieron implicados tanto Personal como Patronato, se acordó concretar el número de valores a estos cinco: Integridad, Compasión, Excelencia, Cooperación y Fe.
Los valores son esenciales en las empresas o entidades ya que son el fundamento de las acciones que las personas que trabajan en ellas llevarán a cabo. Incide directamente en las actividades diarias de los empleados y colaboradores, en sus interrelaciones y en sus hábitos. La forma en que los empleados gestionan sus responsabilidades y su productividad en base a los valores corporativos tiene un impacto directo en la eficacia del plan estratégico de la organización.
De hecho, según datos del portal de búsqueda de empleo Indeed, el 46% de las personas en búsqueda activa de trabajo no acaba aplicando a un puesto de trabajo al considerar que no encajaría bien con su cultura organizativa. De la misma forma, para el 72% de las personas candidatas, es muy importante que las ofertas de trabajo contengan detalles sobre la cultura de la empresa.
Así, unos valores bien trabajados y cristalizados en los trabajadores son capaces de orientar comportamientos y enfoques de los profesionales. Pero para que así sea, deben ser compartidos. Y esto es lo que pretende el programa Historias con Sello.
Ejemplos de Historias con Sello
Algunas de las Historias con Sello que se han recopilado hasta el momento son:
El paciente escritor: un paciente que tenía un pronóstico incierto de dolor, tristeza y sufrimiento por si no volvería a andar, hizo un bajón anímico importante. Había contado a las personas que le cuidaban, sobre todo de noche, que hacía unos años había escrito y publicado un libro. El personal que tenía un trato más cercano con él le dijo que buscarían el libro para que les firmara. Costó casi un mes, pero finalmente lo encontraron y el paciente lo firmó. Desde entonces, el libro y sus relatos centraron gran parte de las conversaciones con el paciente, que parecía más animado y poco a poco fue recuperándose. Hasta el punto, que volvió a escribir con una tableta, pese a tener Parkinson. Finalmente, se marchó del Nou hospital evangèlic con un nuevo libro empezado y caminando, que era una de sus principales preocupaciones.
La celebración de Fin de Año: se decidió alegrar un poco la verbena de Fin de Año en el hospital, para aportar algo de alegría y alegría a los pacientes que ese año debían pasar la celebración al hospital, lejos de sus familiares y amigos, y además estando enfermos. También se implicó a los acompañantes de los pacientes más orientados y menos convalecientes que quisieran estar. Los pacientes estuvieron tan emocionados con la pequeña celebración, que todos quisieron participar aportando lo que podían: algunos decoraron las mesas y la sala, los que caminaban mejor ayudaron a llevar a los pacientes más convalecientes en silla de ruedas, etc. Trabajando todos en equipo e implicados hicieron una gran celebración en el hospital, que seguro que no se borrará de la memoria de nadie.
Una historia de reconciliación: ingresó en la unidad de cuidados paliativos del hospital un paciente de 75 años en fase terminal. El paciente primero explicó que no tenía familia y que en los últimos meses había vivido en la calle, hasta que ingresó en un hospital de agudos, y de ahí le derivaron al Nou hospital evangèlic. Pero más tarde, cuando ya tenía algo más de confianza con el equipo, explicó que tenía una única hermana, con la que no tenía relación desde hacía 20 años. El paciente era conocedor de su estado grave, y el equipo le preguntó si quería que avisaran a la hermana. El paciente accedió, pero se mostró escéptico de su posible reacción. No tenía sus datos de contacto, pero sí donde trabajaba su cuñado. El hospital se puso rápidamente en contacto con los familiares y la hermana quiso ir a verlo al hospital de inmediato. Después de 20 años, el paciente y la hermana se reencontraron y se reconciliaron en el hospital con gran emoción, y desde ese momento hasta que el paciente murió, 14 días después, la hermana le estuvo visitando y cuidando todos los días. También se hizo cargo de los gastos del entierro una vez el paciente falleció.